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Carretera 144-D

Razones por las que odio viajar en carretera: los automóviles son los artefactos humanos más peligrosos de la tierra, nunca sabes cuando te dejaran varada en medio de Tlaxcala. 

Todo comenzó a las 11:00 am, tomé una fotografía de la cabaña donde me estuve quedando esperando regresar pronto a terminar su remodelación. Era hora de retornar a casa después de haber estado 2 semanas en medio de la jungla (que por cierto amo, no creas que no me gusta ese ambiente húmedo y vegetativo) pero extrañaba la contaminación citadina un poquito así como el tamaño de mi uña, la mas pequeña, la del meñique de mi pie. El camino estuvo tranquilo, caluroso iba totalmente perdida en mis pensamientos, soñando despierta como es mi costumbre, entre en un túnel y la camioneta empezó a hacer ruidos raros, cuando vi de nuevo la luz del día no vislumbré el amarillo habitual y un cielo azul despejado si no uno rojo y un sol negro... ¿Qué... demonios?.. La camioneta se detuvo y baje de un salto.

Creí que el automóvil averiado sería lo peor de mi día, pero en mi corazón soy una plantita, necesito un sol amarillo para sobrevivir!!!, me empecé a sentir debilitada, regresé al automóvil a buscar mi chamarra tornasol para protegerme de esa luz rara y buscar mi espejo octadimencional para ver a que mundo había sido teletransportada. Pero al tocar la manija de la camioneta escuche risas detrás de mi.

Por el espejo lateral vislumbre una sombra de consistencia verde pastosa y al fondo de esta como si vieras a través del agua se veía la salida del túnel que había recorrido minutos atrás. ¿Qué sería mas efectivo y que asegurara mi supervivencia? Entrar al automóvil que me había dejado en primer lugar en esta situación o enfrentarme a esa creatura y adentrarme a ese túnel oscuro que podría ser una promesa vacía de salvación?

 

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