Nunca creí que la larga espera para verte de nuevo sería tan agonizante. Entre más días pasan, busco excusas para viajar a través de los portales e ir a visitarte, no me importa si sólo voy a comprar polvo de galletas galácticas o decir que olvide mis calcetas de vaca en el barco del Rey Pirata, sólo quiero verte, tomar tu mano y dejar que tus abrazos sean mi nuevo hogar.
Desde que acepte estos sentimientos, la añoranza a tu persona se ha incrementado.
Mírame, yo, quien dijo que las relaciones a distancia eran una falacia y ahora se encuentra pensando como plantearte la posibilidad de invitarte a recorrer todos los mundos conmigo.
Qué hermosa manera de rememorar una presencia amada e inesperada para nuestra existencia
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